Todo el mundo sabe que el tabaco es uno de los problemas más graves para la salud pública, ya que supone múltiples perjuicios para nuestra salud y, en concreto, produce diversos efectos negativos en nuestra salud bucodental que intentamos dar a conocer desde nuestra clínica dental en Albacete.

Así pues, fumar puede causar un gran daño en nuestros dientes, no solo por razones estéticas, si no por las enfermedades bucodentales que puede acarrear este mal hábito.

¿Cómo afecta el tabaco a los dientes?

Entre las dolencias y problemas más comunes que el tabaquismo puede provocar en nuestros dientes y boca, encontramos:

Manchas dentales

El primer efecto es el más claro y visible de todos y, aunque no actúa directamente sobre nuestra salud, sí lo hace sobre nuestra estética bucodental. El hábito de fumar amarillea los dientes de las personas, pero también pueden teñir las prótesis dentales. El alquitrán, la nicotina y los aditivos que contiene cada cigarrillo se acumulan en nuestros dientes, mucho más que el té o el café. Estos depósitos oscuros se adhieren a los dientes con mucha fuerza, provocando unas desagradables y características manchas.

El pigmento que queda en cada pieza dental aparece en forma de unas manchitas marrones, o amarillentas, que estropean nuestra sonrisa y pueden afectar a nuestra confianza y autoestima. Son muy difíciles de eliminar y los remedios caseros, además de ser poco efectivos, dañan el esmalte dental. Una limpieza dental en Albacete puede contribuir al cuidado de los dientes manchados, pero no hay nada que de mejor resultado que dejar de fumar.

Melanosis del fumador

Fumar no solo ensucia nuestros dientes: también puede teñir las encías de los fumadores. Esto se conoce como melanosis del fumador. Dicha melanosis aparece en el 30 % de los fumadores y, aunque es benigna, da a la boca un mal aspecto. Por suerte, estas manchas desaparecen poco a poco cuando se deja el hábito de fumar.

La combinación de dientes y encías manchadas deja como resultado una boca poco atractiva y cuidada que puede generar rechazo en las personas no fumadoras.

Halitosis crónica

El olor del aliento de una persona que fuma es muy característico. El alquitrán, la nicotina y otros aditivos crean una higiene oral deficiente. El tabaquismo también reseca la mucosa oral y las vías respiratorias, lo que agrava el problema. Las personas que sufren esta halitosis crónica por culpa de los cigarros no llegan a notar el problema, porque el propio olor del humo lo enmascara. Además, el sentido de olfato y gusto se deteriora con el tiempo.

dientes amarillos por tabaco | Dentistas Albacete

¿Cómo influye el tabaco en las encías?

Una mala higiene oral desemboca en dolencias en las encías tarde o temprano. Enfermedades como la periodontitis crónica son muy frecuentes en fumadores.

Fumar y otras modas, como la de vapear, causan un desequilibrio en la flora oral, lo que predispone a las encías a infecciones bacterianas.

Así, el sarro que se va acumulando hace que la encía se retraiga y provoca una lesión en el hueso, lo que causa la pérdida de piezas dentales a largo plazo.

Este problema puede aparecer también en personas que llevan prótesis dentales, con el consiguiente rechazo de la prótesis.

Heridas que no curan

Morderse la lengua, arañarse una encía o un lateral de la boca al comer… Son muchas las formas de hacerse una pequeña herida inofensiva en el interior de la boca. Sin embargo, lo que debería ser una pequeña herida que se curaría en un par de días, para un fumador puede suponer semanas. La exposición constante al alquitrán, la nicotina y otros productos perjudiciales del tabaco evita la recuperación y cicatrización de las heridas además de provocar infecciones en el interior de esas heridas. Pero no acaban ahí los problemas. Fumar provoca una extrema sequedad bucal, lo que facilita que los tejidos de la boca se agrieten con facilidad provocando pequeñas heridas que, de nuevo, tardarán semanas en curar.

Son muchos los pacientes que llegan a la clínica con infecciones provocadas por heridas que no curan, encías sangrantes que no mejoran y un largo etcétera de problemas que un paciente no fumador no suele padecer jamás.

Cáncer oral

Los tumores derivados del consumo de cigarros pueden afectar también a la cavidad oral. El cáncer es el efecto más nocivo que puede provocar en la boca el fumar, y es más frecuente de lo que se puede llegar a creer. Un fumador tiene mucha más probabilidad de padecer algún tumor oral que un no fumador.

La nicotina, el alquitrán y los gases de monóxido de carbono del tabaco tienen un alto potencial carcinógeno. Estas sustancias contactan con la mucosa oral, y la predisponen a la aparición de neoplasias. Las localizaciones habituales de estos carcinomas son el suelo de la boca y en el lateral de la lengua. Si al hecho de fumar le sumamos el consumo de alcohol, se incrementa muchísimo el riesgo de sufrir un tumor oral.

A nivel mundial mueren cada año casi 8 millones de personas a causa del tabaco. Repetimos: 8 millones de personas. En tu mano está cuidar de tu salud física y dental.

problemas de fumar

¿Puedo cuidar mi boca si soy fumador?

Si eres fumador significa que estás dañando tus dientes y encías a diario por lo que siempre tendrás una boca en mal estado. Aun así, puedes llevar a cabo algunas técnicas para intentar reducir un poco el impacto del tabaco en la boca.

  • Cepillado. Intenta fumar solamente un rato antes de cepillarte los dientes, así podrás reducir parte del impacto negativo.
  • Hilo dental. Las encías siempre estarán sensibles y dañadas, por lo que es recomendable utilizar hilo dental a diario para evitar que empeoren más por la acumulación de bacterias y suciedad.

Consulta con un dentista especializado

Estas son muchas de las razones por las que se debe evitar el tabaco si queremos lucir una sonrisa perfecta y una correcta salud bucodental. Los dentistas recomendamos encarecidamente no fumar para evitar todo tipo de problemas estéticos y de salud que pueden suponer un verdadero perjuicio a largo plazo.