Si estás leyendo estas líneas es muy posible que sufras parestesia dental y estás buscando más información de un tema que, por desgracia, es poco conocido pero importante en el campo de la odontología. Aunque no es común, sus efectos pasan factura a los que la sufren y, por ello, en este artículo queremos profundizar un poco más sobre qué es la parestesia dental, identificar sus síntomas, explorar las opciones de tratamiento y darte una serie de consejos sobre cómo prevenir su aparición.
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La parestesia dental es una condición neurológica que afecta las sensaciones en la boca, resultando en entumecimiento, hormigueo o una sensación de ardor en los dientes, encías, labios o mandíbula. Este trastorno sensorial puede ser temporal o, en casos más raros, permanente, dependiendo de la severidad del daño nervioso que lo provoque. Comúnmente asociada con procedimientos dentales, la parestesia puede surgir tras intervenciones que involucren manipulación o trauma cerca de los nervios faciales o mandibulares.
La parestesia dental surge cuando hay una lesión o presión sobre los nervios en el área bucal. Aunque comúnmente se asocia con procedimientos como la extracción de los terceros molares con molestias (muelas del juicio) o la colocación de implantes dentales, también puede ser causada por accidentes o enfermedades que afectan los nervios faciales. Vamos a verlo con más detalle:
Ahora que sabemos cómo se produce y en qué consiste, es importante conocer cuáles son los síntomas de esta condición neurológica:
Lo primero que tienes que tener claro es que no existe una fórmula exacta para solucionar el problema. De hecho, el tratamiento para la parestesia dental depende de su causa. Si es el resultado de un procedimiento dental, podría resolverse con el tiempo sin intervención. Sin embargo, en casos donde la parestesia persiste durante largos periodos de tiempo te recomendamos que acudas a un dentista para valorar las siguientes alternativas:
Como hemos comentado a lo largo del artículo, la gran mayoría de motivos por los que se produce la parestesia dependen de golpes, accidentes o cirugías en las que el dentista ha dañado los nervios por error. Por lo tanto, a nivel personal no puedes hacer mucho para evitar el problema. De hecho, lo único que podemos recomendarte es que evites las situaciones de riesgo que puedan provocar grandes golpes o caídas, pero seguro que eso es algo que ya intentan evitar en tu día a día.
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